En la actualidad las personas son mucho más conscientes del rol en la alimentación para cuidar, prevenir y promover la salud, pero no siempre se cuenta con la información más adecuada y precisa para tomar las decisiones más adecuadas que en verdad van a funcionar del modo en que se desea. En ese sentido, no sólo hay que centrarse en elegir los alimentos más saludables.
Algunas de las estrategias por las que se suele optar en tiempos recientes, tienen que ver con pedir Herbalife online, realizar ejercicio de manera regular, modificar los hábitos de vida por prácticas más saludables, entre otros. Sin embargo, también hay que fijarse en detalles que pueden parecer pequeños en un primer momento, pero que son importantes. Uno de ellos es la temperatura de los alimentos al ingerirlos.
En ese orden de ideas, pronto va a presentarse como duda si es más saludable la comida caliente o fría. El interrogante puede parecer insignificante como se ha mencionado en los párrafos anteriores, pero las preocupaciones de los expertos en el sector de la nutrición han hecho que paulatinamente el interés por este asunto aumente y sea cada vez más relevante.
Comer caliente para ayudar con la digestión de los alimentos
Una de las primeras recomendaciones de comer o beber algo caliente, incluso aunque ya se esté en la época de verano, tiene que ver con garantizar de este modo que el cuerpo disponga de una ayuda para la digestión de los alimentos, pues hay muchas investigaciones que así lo confirman.
Para ser más claros en la explicación, el estómago y los intestinos van a lograr trabajar de un modo mucho más adecuado en la medida en que los alimentos se encuentran a una misma temperatura que el cuerpo, lo que significa que estén alrededor de unos 37 °C aproximadamente.
Si se lo piensa de esta manera todo suena bastante lógico, motivo por el que comer alimentos templados o caliente siempre va a facilitar el proceso de digestión. De esta manera, el estómago no va a requerir de un esfuerzo mayor o extra para que se pueda alcanzar esa condición de temperatura necesaria para trabajar de modo óptimo.
Por la razón ya aclarada, al comer caliente siempre se va a contar con una excelente opción para todas las personas que suelen padecer de problemas digestivos o cuando su digestión es muy lenta. Asimismo, de la misma manera en que sucede con la comida picante, la comida caliente también es una excelente estrategia para hacer pasar el calor al cuerpo.
Aumentar la absorción de ciertos nutrientes con alimentos calientes
Otro de los motivos por los que se suele recomendar la comida caliente antes que la comida fría, corresponde con la manera en que la temperatura afecta a los nutrientes que están presentes en los alimentos. En ciertos casos, la temperatura es un factor con el que se logra favorecer el acceso y también la absorción de determinados nutrientes. Por tal razón, en muchas ocasiones va a ser conveniente que se aplique un poco de cocción a ciertos alimentos antes de su consumo.
- Los huevos crudos son un alimento que va a empeorar sin ningún tipo de duda la digestión de las proteínas del producto.
- Las zanahorias y los tomates al cocinarlos van a incrementar la disponibilidad de los componentes antioxidantes, entre los cuales se destaca el licopeno y los betacarotenos.
- El brócoli, si se quiere exceder de un modo más óptimo a la acción de los glucosinolatos.
Pérdida de nutrientes con la comida caliente
Pese a los beneficios que sean mencionado en los párrafos anteriores, en otros casos la cocción de ciertos alimentos va a conllevar a que se pierdan nutrientes importantes. Esto sucede en la mayor parte de los casos con las vitaminas hidrosolubles, entre las cuales destaca la vitamina C y las vitaminas del grupo B, ya que son muy sensibles al calor.
En ese sentido, hay que pensar que la fuente principal de las vitaminas mencionadas en el plan de alimentación de la mayoría de las personas son las frutas y verduras, que se pueden comer crudas sin ningún tipo de inconveniente. De este modo, siempre es una muy buena estrategia la inclusión de ensaladas y frutas frescas en la alimentación cotidiana.
Ya se ha identificado de este modo que si se acompañan posteriormente con un segundo plato caliente o una bebida caliente, el estómago también va a lograr alcanzar esa temperatura óptima para su buen funcionamiento. Para las personas a las que les cueste comer alimentos que estén muy fríos, se los puede sacar del refrigerador con cierta antelación para que la temperatura se pueda templar.
En los casos en donde las verduras no se pueden comer crudas, la cocción ideal es al vapor, horno o con un salteado rápido. En realidad, lo que se busca en este caso es exponer los alimentos al tiempo mínimo para que pueda quedar al dente.
¿Comida caliente o fría para evitar intoxicaciones?
La seguridad alimentaria es un asunto serio que no se puede pasar por alto y que también es fundamental al momento de alimentarlos. Esto es aún más relevante durante la preparación y cocción de los alimentos, pues son más los riesgos que se pueden correr en esta fase.
Lo que se propone en este caso es dar un manejo adecuado de la temperatura de cocción para ahorrarse distintos problemas de salud que pueden llegar a ser cada vez más importantes. Hay que tener en mente el crecimiento de bacterias que se relaciona directamente con la temperatura. Un ejemplo de lo anterior es la aplicación de calor para la eliminación de la mayor parte de patógenos. Por ese motivo, se sugiere una cocción de los alimentos que son más sensibles como la carne, pescados o huevo.
Finalmente, hay que asegurarse que ninguna porción de comida está cruda o poco cocida. Una vez se cocina hay que consumir en el tiempo más breve posible o conservar por encima de 65°. Si se quiere comer frío, es importante que se mantengan las normas de cocción, al tiempo de una conservación en frío adecuada.
El sabor de la comida caliente suele ser mejor
Para percibir el sabor de la comida se usan la lengua y sus pupilas gustativas. Con una temperatura de entre 20 y 37 grados se va a favorecer esta percepción del sabor. Asimismo, en la mayor parte de los casos se va a lograr una textura planta y suave.
Algo distinto sucede con los alimentos muy fríos, pues es necesario paladearlos un rato para que se pueda apreciar su sabor. Sin embargo, también hay que ser cuidadosos con las comidas que están muy calientes. En ciertos casos se puede dar una tendencia a su rechazo para evitar una quemadura y por el otro con una ingesta continuada comidas muy caliente se favorece la aparición de problemas en el esófago y estómago.
Puede ser que el sabor de los alimentos sea considerado como una variable que no influye demasiado en el control del peso, pero en la medida en que se aprenda a disfrutar de la comida, también se va a promover las buenas emociones y el bienestar, lo cual es otro factor relevante para la construcción de un plan de alimentación de calidad.