Es importante comenzar por mencionar del mismo modo que ocurre al momento de pedir Herbalife online (por recomendación de los especialistas a cargo de la atención de los clientes) que las denominadas dietas milagro no existen y que en caso de ser llevadas a la práctica, en la mayor parte de las ocasiones van a ser perjudiciales para la salud del organismo.
En este caso nos concentramos en presentar algunas de las dietas más efectivas para perder peso, por supuesto siempre tratando de garantizar que la salud del organismo se mantenga en buenas condiciones, que la pérdida de peso sea progresiva, sin sufrimientos y equilibrada.
Sobre las dietas que sí funcionan
Vale la pena resaltar que para considerar una dieta como efectiva y sana, hay que tener en cuenta que no se trate de un plan en el que se deben cumplir con grandes sacrificios, pasar hambre, estar siempre pendientes de las calorías e incluso abusar de los alimentos catalogados con la etiqueta light. Además, es fundamental renunciar a la idea que los grandes resultados se van a obtener en cuestión de días.
A diferencia de lo anterior, las dietas que sí funcionan son aquellas que se caracterizan por ser progresivas, así que se puede adelgazar a medida que usted se sienta un poco más vital, con menos problemas de salud y con un mejor estado de ánimo o humor.
En este tipo de casos, la clave de la dieta radica en el modo en que se come. En este caso presentamos algunas de las opciones más recomendadas que cumplen con las características mencionadas hasta este punto.
Una dieta con menos carbohidratos
La mayor parte de los nutricionistas siempre se esfuerzan por mencionar que la reducción en la ingesta de carbohidratos es fundamental para garantizar un buen rendimiento a nivel alimenticio al momento de bajar de peso. Lo anterior se encuentra relacionado con que cuando la energía que estos alimentos aportan no es consumida, pasa a transformarse en un depósito de grasa.
Asimismo, en la actualidad la mayor parte de las dietas se caracterizan por la inclusión en exceso de este tipo de alimentos, siendo esta una de las principales dificultades para que usted pueda modificar en poco tiempo este hábito.
En una dieta con menos carbohidratos lo que se va a pretender es eliminar en su totalidad las harinas blancas, los alimentos que se elaboran a partir de ellas y a continuación reemplazar estos productos por otras opciones que sean más saludables. Entre algunas de las recomendaciones está consumir cantidades pequeñas de cereales integrales como: la avena, arroz, quínoa, amaranto o mijo.
Con raciones pequeñas de estos alimentos que pueden ser consumidas al desayunar o en la comida, se pueden obtener muy buenos resultados. Vale la pena anotar que no pueden ser incluidos al momento de cenar.
Para terminar, en esta dieta también se va a pretender aumentar el consumo de grasa y proteínas, más allá de lo sorprendente que pueda sonar. Por supuesto los alimentos deben ser naturales, de buena calidad y sin procesar.
Una dieta en la que se cuida la cena.
El objetivo central en este plan de alimentación radica en comer de un modo equilibrado durante el día, pero enfocarse de manera particular en lo que va a ocurrir en la cena, pues esta al ser la última comida, es la que más implicaciones tiene en relación con el sobrepeso.
Las recomendaciones básicas en este caso son:
- Será clave que siempre se cene antes de las ocho de la tarde. Si usted siente hambre después, el consejo es que se consuma una infusión o en su defecto una manzana antes de ir a la cama.
- En cuanto a la cena, puede tratarse de un plato vegetal en primera instancia, acompañado por una ración de proteína ligera que esté cocinada a la plancha o al horno. Como postre, se puede consumir una manzana al horno o una pera.
La dieta de las raciones
El objetivo en este caso consiste en tener en cuenta que la mayor parte de los casos en los que una persona engorda, se debe por los pequeños caprichos que se tienen en el día a día. Por lo tanto, la lucha principal gira en torno al control de la ansiedad por la comida.
En ese orden de ideas, la instrucción básica es que se realicen cinco comidas al día, pero siempre intentando que usted nunca quede completamente lleno. Lo ideal es que se quede al final con una sensación de que aún es posible seguir comiendo un poco más, bien sea un postre u otro alimento.
Entre las recomendaciones que se plantean para controlar estas ganas de comer y facilitar el período de acostumbramiento, las infusiones digestivas son una muy buena alternativa porque aportan de forma considerable a la sensación de saciedad que se busca.